26. Apr 2023
¿No sería maravilloso salir a pasear por tu jardín y que las luces de la terraza se encendieran automáticamente, y se volvieran a apagar en cuanto volvieras a entrar a casa? O para estar completamente seguro de que no haya nadie que te robe los paquetes que recibes. Todo esto podrás conseguirlos si cuentas con sensores de movimiento o de presencia. Pero, ¿cuál es la diferencia entre estas aplicaciones y cómo funcionan?
Los sensores de movimiento y los sensores de presencia funcionan de la misma manera: detectan el movimiento en una zona, por ejemplo en tu jardín, cocina o dormitorio.
Los sensores de movimiento registran acciones, como que alguien entre en una habitación, y requieren un movimiento más enérgico. Los sensores de presencia, sin embargo, son más sensibles que los de movimiento. Pueden medir movimientos más sutiles, ya que trabajan con resoluciones de imagen más altas.
Todo depende de la distribución de tu casa, de dónde vivas y de cómo te muevas por ella. Por ejemplo, si vives en un país donde hay muchas horas de oscuridad en invierno, agradecerás que las luces de la entrada o del garaje se enciendan cuando vas a aparcar el coche. O si quieres tener una luz que se encienda cuando vas al baño de madrugada.
Lo ideal sería instalar una combinación de sensores de movimiento y de presencia en los lugares donde serán más eficaces:
Cualquiera de estos sensores puede utilizarse para desencadenar acciones dentro de la configuración de tu casa inteligente, por ejemplo, encender o apagar luces, reproducir música, activar un sistema de seguridad doméstica o activar el sistema de calefacción.
En resumen, si estás pensando en tener una casa inteligente, no olvides incluir también sensores de movimiento y de presencia. Pueden aportar aún más funcionalidad y comodidad en función de la forma en que tú y tu familia os movéis por la casa.